Rubalcaba: «la política antiterrorista va muy bien»
El juez de la Audiencia Nacional que instruye el caso Faisán, Pablo Ruz, no ha dejado ni un cabo suelto. En la última semana ha declarado el levantamiento de parte del sumario de la investigación sobre el presunto chivatazo a la red de extorsión de ETA, lo que ha sacado a la luz las actas del Gobierno y el listado completo de los citados a comparecer ante el juez Ruz.
Pese a que el Ejecutivo negase la existencia de tales actas, lo cierto es que según se puede ver en el sumario del caso, el Gobierno se comprometió con ETA durante las negociaciones del proceso de paz a facilitar la liberación de etarras incluso con delitos de sangre si la banda terrorista aceptaba entregar las armas. Estas averiguaciones se han puesto de manifiesto gracias a un resumen que hizo la Guardia Civil de las actas incautadas a Francisco Javier López Peña, Thierry, donde se confirma que se propuso «manejar los tiempos» en los procedimientos penales y «medidas procesales-penitenciarias para un régimen de libertad o similares» en el caso de terroristas sin delitos de sangre. «Con delitos de sangre sólo acceden a libertad tras el desarme de ETA», recoge el documento. Así como señala que los representantes del Ejecutivo también garantizaron «indultos al final del proceso» y medidas de gracia, asimismo, para «delitos cometidos tras el alto el fuego», aunque éstos irían en «un paquete de negociación aparte».
A pesar de las críticas recibidas, el vipresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha reiterado que «la política antiterrorista va muy bien». Lejos de admitir errores en las decisiones tomadas durante las negociaciones con la banda, el número dos del PSOE ha insistido en que durante «la tregua de ETA se hicieron las cosas bien, y ETA salió de la tregua derrotada política y policialmente, por esos estamos donde estamos». Sin embargo, Rubalcaba ha evitado entrar en cualquier tipo de polémica con el partido popular, porque según apunta, «estamos en el principio del fin y no quiero que se estropeen las cosas».
El aluvión de críticas no se ha hecho esperar. La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, ha exigido al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, «que se deje de tantas gracietas y de tantos chistes y que explique cómo es posible que hubiera un chivatazo en el bar Faisán que ayudara a los etarras en contra de la Policía». Además, De Cospedal ha solicitado a Rubalcaba que se dedique, a respetar «la libertad y la seguridad» de los ciudadanos, puesto que España tiene derecho a tener un Gobierno «democrático y que no pervierta las instituciones del Estado».
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco, María del Mar Blanco, ha felicitado al juez Ruz pos sus últimas averiguaciones, y ha incidido en que el caso Faisán supone una «humillación» para las víctimas del terrorismo. La diputada del Parlamento Vasco y hermana del edil ‘popular’ asesinado por ETA Miguel Ángel Blanco, según ha informado Europa Press, ha insistido en que el PP «no cejará en su empeño hasta la dimisión de Pérez Rubalcaba y hasta que se den explicaciones a cerca de la situación». Además, Mar Blanco se ha referido al Ejecutivo dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero, al que le ha instado a que «depure responsabilidades» y que reconozca los «gravísimos errores cometidos en el pasado».
Al dictado 
Deja un comentario